sábado, 20 de febrero de 2016

Vuelta y vuelta : la señora tortilla - Primera parte

Una tortilla clásica con sólo un vestigio de relleno es la comida ligera perfecta. Se sirve directamente de la sartén con una ensalada verde sencillamente aliñada o con un pepino fresco o una ensalada de tomates y un poco de pan. Y si agregás un fiambre en tajadas finas esta comida calmará tu apetito y no resultará pesada para esta estación cálida.








Con las tortillas, las sobras sin dudas se aprovechan. Pequeñas cantidades de queso, champignones, tomates, carne o pescado ya cocinados son un perfecto relleno de tortillas. Los huevos son el ingrediente más importante de las tortillas. Con dos huevos podés hacer una tortilla para 1 persona.





Para que salga más ligera podés añadir un líquido que puede ser agua pero no leche porque ésta convierte los huevos en un revoltijo. 





Las clásicas se cocinan con manteca pero si querés quedan muy bien con aceite.. No laves con agua tu sartén. Limpiála con un papel y sal después de usarla.





Un error es ponerle demasiado relleno. El relleno no se cocina dentro de la tortilla. Si querés rellenar una tortilla con algo que requiera cocción lo tenés que picar finamente y cocinarlo antes. El relleno ya sea crudo o cocido hay que picarlo. Los trozos grandes estropearían el aspecto de la tortilla y dificultarían la tarea de plegarla.





Nunca hay que poner el relleno hasta que la base de la tortilla no haya cuajado y esté a punto de darse vuelta.





Ahora que te aproximaste a la señora tortilla, mañana  la haremos perfecta,  paso a paso.



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